Beneficios que obtenemos cuando dejamos de fumar



Cuando dejamos de fumar se producen una serie de cambios en nuestro organismo que se pueden cuantificar. De ese modo, a los pocos minutos de dejarlo; la presión sanguínea desciende hasta normalizase esto lleva consigo que el ritmo del pulso descienda hasta normalizarse, igualmente la temperatura de las manos y pies también se normalizan. El nivel de oxígeno en la sangre aumenta hasta normalizarse a la vez que desciende el nivel de monóxido de carbono. De ese modo, disminuye la probabilidad de sufrir algún episodio de muerte súbita.

A los pocos días, va mejorando tanto el olfato como el gusto. A la vez, va aumentando progresivamente tanto la capacidad como nuestro rendimiento pulmonar mejorando de ese modo la respiración y reduciendo la tos pues la flora pulmonar se va limpiando a la vez que se empieza a revitalizar.

 Aunque la tos, en infinidad de veces está asociada a estados de ansiedad y tensión emocional y si es el caso puede persistir incluso años después a no ser que se soluciones el estado de ansiedad que la origina.

A las pocas semanas mejora la circulación sanguínea y aumenta la posibilidad de un mejor rendimiento físico con el aumento de la vitalidad celular. Disminuyendo la posibilidad de sufrir algún infarto.

A los pocos años, el riesgo de activar cáncer de pulmón va disminuyendo. Gradualmente las células precancerosas se van reemplazando, reduciéndose de ese modo, la posibilidad de desarrollar otro tipo de cáncer como puede ser el de vejiga, boca, labio, esófago, estómago, etc. 

Como ves, vale la pena dejar de fumar sobre todo por la mejora física y también por la económica que también suele ser importante y más en estos momentos de crisis del sistema financiero internacional.



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